Sobre los tangos, boleros y demás canciones del palo

A veces me han preguntado que música me gusta, y siempre me quedo un poco sin saber bien, bien que decir, por un lado me gusta un poco de todo (pop, rock, clásica, opera, electrónica, jazz…), por el otro esta mi ausencia absoluta de oído y de criterio musical.
Pero si tengo debilidad (de vez en cuando) de tangos y boleros, esas canciones que transportan hasta lo más profundo del sentimiento humano, nostalgias, rencores, amores, pasiones, desprecios, orgullos y reproches se mezclan con una música que te hace mover la cabeza de un lado al otro y te vibra dentro.
Un día alguien me presento a Adriana Varela (ni mejor ni peor para empezar) y de ahí he tatareado, cantado y hasta gritado los tangos, en días grises como este. Sabiendo que hay amores más profundos, desgracias más irreparables y roturas mucho más tortuosas. Que hay un latir común y pasiones que mueven mundos.
Mal de muchos, consuelo de tontos. Pero yo siempre he sido bastante tonta
Gracias Lola.

¿Por qué pompas de jabón?

Porque alguien me las regalo un día, e hizo que mis días no fueran tan grises.
Porque una pompa de jabón es algo mágico en medio de la monotonía.
Porque siempre hay alguien que sonríe cuando ve una
Porque hipnotiza a los niños y yo nunca deje de serlo
Porque hizo que mi nuevo jefe me mirara mal.
Porque tú me dijiste que yo las hacia.

Por eso y por algunas cosas más, que hoy me callo, nombré de esta manera aparentemente cursi y evidentemente dulzona, a mi blog.

Sobre la invasión de los ultracuerpos

En la vida, te llenas de ideales, de propuestas, de ideología, de prejuicios, de frases solemnes que guían tu vida. “Yo no me dejare explotar” “total por lo que pagan” “mi vida no es esto” “yo no soy lo que hago” pero como todo en la vida, todo se matiza y hasta se desvanece.

Y un día te das cuenta de que solo han pasado 10 horas entre que acabaste la jornada laboral y empiezas la siguiente. Te ves moderándote un sábado, por que el domingo hay que aprovechar.

Te llevas el portátil a casa y hasta le cuentas a tu madre cosas del trabajo. Por no hablar de lo que supone para la vida social.

Un día te despiertas por la mañana y te das cuenta de que te han cambiado y de que ya no eres la misma. ¿Será que me hago mayor?

Pero lo más importante: una vez te das cuenta ¿qué hacer? ¿Cómo te desinvades de tu réplica?

Cuando sea presidenta del mundo… (PARTE I)

• Se trabajara lo justo: de 10 a 15, ni más ni menos
• El día del cumpleaños de uno siempre se hará fiesta.
• El alcohol será gratis en los bares cuando hayas tenido un mal día
• Mercedes Milá desaparecerá de la vida pública
• No hará frío, y si lo hace, podrá ser causa de retraso en el trabajo
• En carnaval se podrá insultar a los jefes
• Se abolirán los diminutivos gratuitos
• Existirán recambios de corazón
• Se podrá bajar el volumen de voz de la gente (para estas últimas tengo a mi equipo de científicos trabajando)
• Existirá en control Z en la vida real, en plan pastilla amnésica y aquí no ha pasado nada
• Un viaje al año será gratis, y se podrá aprovechar los que no lo aprovechen
• Pompas de jabón por la calle

Estoy pensando en otras medidas, que ya publicare, pero todo a su debido tiempo queridos súbditos… jajaja (risa maléfica)

¡¡Hoy empiezo el blog!!!

Llevo mucho tiempo pensando en hacer esto, he valorado los motivos, los he sospesado, diseccionado y hasta disecado. El resultado: no hacerlo, por pereza, por no saber que decir y porque siempre he sido contraria a esta exhibicionismo gratuito de colgar mi vida en la red.

Pero voy a seguir en mi contradicción perpetua. Empiezo y ya se vera donde acabo.

Corto la cinta (con unas de esas tijeras gigantes de inauguración, que me hacen mucha risa) Y empiezo.

Tal vez gracias a esto consigo tratar mi logorrea verbal que sufro en el día a día.

(Por supuesto dedico el blog a mis mentores: los magos)